
El mago le da una baraja de naipes a un voluntario del público. Le pide que corte y luego saque 6 cartas y -sin mostrarlas- vaya nombrando sus colores en orden. Ante el asombro del voluntario, y de la audiencia, el mago puede decirle exactamente cuáles son las 6 cartas que acaba de sacar.
Ese truco fue publicado en una revista cualquiera y un alumno de la Universidad de Chile se basó en él para hacer un importante descubrimiento. Travis Gagie, quien por estos días trabaja en la Universidad de Atto en Finlandia, nos cuenta que leyó sobre el truco de cartas justo en un momento de su carrera en que conducía una investigación ligeramente emparentada con el artículo leído.
Un par de vueltas al asunto y las neuronas hicieron sinapsis: era posible aplicar sus conclusiones a los algoritmos de compresión teóricos.
Pero no nos adelantemos a los hechos. ¿Cómo sabe el mago cuáles son las cartas? La clave es arreglar el mazo previamente en una secuencia de colores que sigue un patrón específico, llamado secuencia de De Bruijn. Esta secuencia sigue un alfabeto en el que cada posible subsecuencia de 6 naipes aparece una sola vez.
Si el mazo de cartas está ordenado de esta forma y el mago ha memorizado el ciclo De Bruijn, ya conoce todos los posibles sextetos que pueden formarse con seis cartas consecutivas. (El problema es memorizar todas las posibles secuencias, claro, y que el voluntario corte el mazo en vez de barajarlo). Considerando que el mago no es adivino, obviamente hay un truco de por medio y se los acabamos de revelar. Leer mas...
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