
Durante muchos años los científicos han estado buscando las causas que producen el envejecimiento en los seres humanos, con la finalidad de crear algún tipo de tratamiento efectivo que nos haga mucho más longevos y con menos propensión a sufrir las enfermedades que, por lo general, afectan a las personas de la tercera edad.
Al parecer la respuesta a todas estas inquietudes podría estar en una enzima que protege los extremos de los cromosomas y que, hace un año, fue el motivo por el cual la australiana Elizabeth Blackburn recibió el premio Nobel de Medicina.
La Telomerasa (la enzima en cuestión) fue descubierta en la década de los 80’s y rápidamente ganó reputación como fuente de la juventud.
Los cromosomas poseen en sus extremos los que los científicos llaman como “ADN repetitivo” (conocidos como telómeros). De esta manera cada vez que una célula se divide, sus telómeros se acortan en un proceso repetitivo que los llevará a la muerte.
La importancia de la telomerasa en este proceso radica en el hecho de que su presencia evita el proceso degenerativo antes descrito (incluso en las células madre), lo que produce que los telómeros se alarguen. Esto abrió una esperanza de que si era posible activar esta enzima, se podría disminuir el envejecimiento celular.
Ronald DePinho, genetista del cáncer en el Instituto del Cáncer Dana-Farber y de la Escuela de Medicina de Harvard en Boston (Massachusetts), lideró un estudio basado en la manipulación de la telomerasa en ratones y que podría revolucionar las investigaciones que se llevan a cabo en la actualidad. Leer mas...
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